señora Nora Vega de Guerra, esposa del cantautor dominicano Juan Luis Guerra, denunció que la niña de ambos y dos sobrinos (Sara y Pablo) fueron agredidos el pasado domingo durante el concierto “Un canto de esperanza por Haití” en el Estadio Olímpico.
Vega identificó a los autores del hecho como Virginia Grullón, su hija embarazada Priscilla Johnson Grullón y el esposo de ésta, Guillermo Cochón.
“Por las muchas llamadas que he recibido, les escribo para que sepan en detalle qué fue exactamente lo que sucedió: la niña fue al concierto donde participaba su papá acompañada de mis sobrinos, porque yo no podía ir. Tenían instrucciones de que tan pronto terminara la parte de Juan Luis, que era la primera, llevaran a la niña al camerino de su papá, pues como yo no estaba ahí, no sabía si el ambiente era propicio para niños, si se debía llevar a la casa o quedarse en el estadio. Eso lo iban a decidir ellos allá. (El chofer estaba con el vehículo detrás del camerino de su papá)”, dijo en un dicumento.
La esposa del intérprete de “Ojalá que llueva café” agregó que, siguiendo sus instrucciones de llevar a la niña por donde menos gente hubiera, caminaron por una fila de sillas vacías, donde al final solo había tres personas. “Al llegar a ellos, Sarah pidió permiso antes de pasarles por delante, como es natural.
Las dos mujeres dijeron que no, que por ahí no iban a pasar, que eso no era un pasillo, a lo que Sara le respondió que no había otro lugar por donde salir y que ellas tenían que salir por ahí por la niña.
Para molestar lo menos posible, Sarah rodó las sillas que quedaban justo delante de ellas porque estaban vacías, para así pasar sin que las mujeres tuvieran que recoger las piernas que tenían estiradas (tengo fotos)”.
Sarah no las pisó, ni siquiera las tocó como han querido decir. Cuando pasaba, notó que una de las mujeres estaba embarazada y se inclinó hacia ella para pedirle excusas por pasar por ahí y explicarle la situación con la niña”.
La comunicación enviada por Nora Vega añade que Sara sólo atinó a decir “mira excúsame que yo no sabía que tú....” cuando la embarazada no la dejó terminar y le propinó una bofetada en la cara, a la vez que la otra mujer le dio a la niña, lo que la pequeña describe como “un palo” (“yo no creo que fuera un palo, pienso que sería el inflable de los que regala Orange o una sombrilla”).
Al intervenir Pablo, uno de mis sobrinos, en su afán de separarlas de esas ‘personas’, fue a su vez atacado por el hombre. Todo terminó rápidamente cuando la seguridad del evento intervino. Hay más de 20 testigos del hecho”. (JR)
